A la hora de realizar actividades físicas, debemos de ser conscientes de la intensidad a la que podemos forzar a nuestro cuerpo.
La intensidad identifica el esfuerzo necesario para poder realizar un deporte, o llevar a cabo actividades físicas. Esta intensidad puede variar de una persona a otra, dependiendo del nivel físico en que esté su cuerpo.
Podemos distinguir dos tipos de actividades:
- Actividad física moderada.
Este tipo de actividades suelen precisar poco esfuerzo, el cual no altera demasiado el ritmo cardiaco, pero sí tiene numerosos beneficios.
- Actividad física intensa.
Este tipo de actividades suelen precisar bastante esfuerzo, subiendo el nivel de pulsaciones del corazón de manera importante a un nivel más forzado —si no se está acostumbrado—, y haciendo que la respiración de la persona se altere y sea más rápida.
A continuación menciono unos ejemplos de los dos tipos de actividades. Estos son:
![](https://i0.wp.com/josepalmacheca.com/wp-content/uploads/2020/03/image-1.png?resize=396%2C413&ssl=1)
Debemos de ser conscientes de hasta qué nivel de actividad física podemos llegar, a través del sentido común, o mediante una consulta al médico, si tenemos alguna enfermedad o tenemos una edad, en la cual no estamos seguros de hasta dónde podemos forzar nuestro cuerpo.
Un método válido para saber qué tipo de ejercicio podemos practicar, es utilizar los equivalentes metabólicos —MET—, los cuales nos ayudaran a calcular la intensidad de las actividades físicas para saber qué tipo de deporte podemos realizar.
Un MET, básicamente es el costo energético de estar sentado tranquilamente y es equivalente a un consumo de 1 kcal/kg/h. En cualquier libro de iniciación a las actividades deportivas o por internet se puede encontrar como calcular los METs límites que podemos soportar.