Llevar una vida saludable es fácil si llevas unas pautas sencillas que a continuación te voy a explicar:
- Alejarse de las dietas milagrosas.
Entender que la alimentación es cuestión de tomar los alimentos correctos todo el año, y olvidarse de dietas, a no ser que se recurra a un profesional en casos graves.
Debemos de recordarnos que no existe una dieta correcta, sino una manera de alimentarse correctamente.
- Tomar alimentos de origen vegetal en gran cantidad.
Preferiblemente que sean productos locales y de temporada, tratando de, al cocinarlos, no procesarlas, es decir, que no sufran mucha trasformación a lo hora de su cocción, procurando que no queden muy quemados, ni muy hervidos.
- Aliméntate básicamente de materias primas.
Es decir, alimentos que encontramos en la naturaleza sin modificar. Ya que, todos ellos, son la mejor fuente de energía disponible.
- Ignorar la mayoría de los anuncios de la televisión, por internet, o por otros medios sobre alimentación.
Sobre todo, si provienen de marcas de alimentación. Lo mejor es informarse a través de fuentes fiables, y hacer caso al sentido común de cada uno de nosotros.
- Beber abundante agua.
El cuerpo humano está compuesto de entre un 55 % y un 78 % de agua, dependiendo de sus medidas y complexión, por lo que, tan solo ingiriendo alimentos es insuficiente para compensar las pérdidas. Por tanto, para mantener el balance hídrico del cuerpo, es necesario consumir agua natural o envasada.
Respecto a la cantidad, debe ser la que nos pida el cuerpo. No obstante —según lo que nos cuenta el doctor Hiromi Shinya en su libro »La enzima Prodigiosa 2«—, «La sed es la última señal que envía el cuerpo para advertirte de que le falta agua», por tanto, procura beber agua de vez en cuando, sin esperar a que te entre sed.
«La sed es la última señal que envía el cuerpo para advertirte de que le falta agua»,
Hiromi Shinya
- Aléjate del azúcar, alcohol, drogas, y del tabaco.
Ya que, tales elementos hacen daño a tú organismo, afectando principalmente al cerebro, e impidiendo que nuestro cuerpo funcione de manera correcta.
Y te preguntarás, ¿puede ser el azúcar tan malo? Pues sí, lo es; en 2013 investigadores de la Universidad de Connecticut descubrieron que los productos ricos en azúcar pueden ser tan adictivos como la cocaína, ya que estimulan el cerebro de la misma manera en que lo hacen las drogas.
- Ten cuidado con el gluten y el pan.
En su libro «cerebro de pan», David Perlmutter nos advierte que, los alimentos con gluten agudizan la inflamación del organismo, afectando al intestino de manera negativa. Además, este autor nos explica como el gluten forma parte de los diferentes tipos de harinas refinadas que solemos usar, y que debemos de tener cuidado con los alimentos preparados con estas harinas refinadas; y es que, a excepción del pan integral, o productos elaborados de manera artesanal, debemos de restringir nuestro consumo de pan, bollería y productos que contengan harinas refinadas.
- Controla el consumo de cafeína.
Debemos de reducir la ingesta de café, té o bebidas estimulantes; ya que, todas ellas estimulan el sistema nervioso central, provocando ansiedad, insomnio e inhibición del sueño, además de debilitamiento muscular entre otros efectos.
Mi mayor consejo, es que, procures comer como si fueras a enfermar, es decir, previniendo. Mantén una alimentación variada, come de todo, pero no abuses demasiado de nada para tener una salud envidiable.
Te recomiendo que, siempre trates tu salud alimentaria con expertos nutricionistas, contrastando siempre la información. Por ejemplo, puedes seguir la pautas de un nutricionista que a mi parecer es bastante sensato, este se llama Aitor Sánchez, su página web es https://www.midietacojea.com/, y dos de sus libro que más me han marcado son: «Mi dieta cojea» y «Mi dieta ya no cojea»; estos libros son muy recomendables si quieres empezar a alimentarte de manera sana.