Esta percepción de falta de recursos la hace Tony Robbins, y él nos habla del poder de las personas resolutivas, más que de los recursos disponibles.
Es decir, según Robbins es más importante el ingenio que tengan las personas para hacer frente a algún reto, que los recursos de los cuales disponen. Y es que, la mayor parte del tiempo culpamos a la falta de estos recursos de nuestros fracasos, sin darnos cuenta, de que, estos recursos son creados desde el ingenio de las personas que los usan.


La mayor parte del tiempo culpamos a la falta de estos recursos de nuestros fracasos, sin darnos cuenta, de que, estos recursos son creados desde el ingenio de las personas que los usan.
Pongamos un ejemplo, imaginando que hay personas que tienen todos los recursos disponibles para conseguir lograr muchas de las metas que otras personas quisieran con pocos recursos. Lo más paradójico de esto, es que, la mayor parte del tiempo, son las personas con menos recursos las que consiguen mejores resultados.

A continuación, paso a definir cuáles son los recursos, y qué variables determinan, el qué un ser humano pueda ser resolutivo:

Podemos ver que, todo lo que tiene que ver con ser resolutivo son características personales internas y que, en cambio, los recursos son externos.
Por tanto, podemos entender que, al igual que pasa con todo en la vida, dan mucho más rendimiento las cosas que podemos controlar, es decir, las cosas internas; y sin embargo, la falta de las cosas externas —en este caso, los recursos—, muchas veces sirve mucho más de excusa que de trampolín o de apalancamiento para conseguir alcanzar lo que nos propongamos.
Así, debemos de educar en la sensatez y el sentido común, enseñando a las personas a utilizar su imaginación, junto con su cerebro; para que estas no dependan de lo que el resto de las personas hagan, y para que así, estas se vuelvan mucho más resolutivas.
