Demasiada información conduce a la pérdida de foco
Deja de actuar en modo multifunción y empieza a enfocarte en una cosa, ya que, cuando intentas hacer varias cosas a la vez lo único que estás llevando es la atención de un lugar a otro.
Piensa en un procesador de un teléfono inteligente o de tu ordenador e imagina el funcionamiento a nivel práctico, tal y como te lo explicaría un informático. Y es que nuestro cerebro sería como este procesador, el cual, solo puede administrar una tarea en un momento dado, por tanto, cuando dispersas tu atención y no te enfocas, es como si tuvieras un montón de aplicaciones abiertas a la vez en tu teléfono y ya sabemos que, de ser así, este funcionará mal.
Ahora imagina que tu mente es igual, y que funciona como el teléfono; lo que debemos de hacer entonces es enfocarnos en lo que estamos haciendo ahora —en lo que queremos conseguir— y dejar de estar enfocado en diferentes cosas a la vez.
Y es que, actualmente nos encontramos bombardeados por demasiada información, tanta, que nos perdemos muchas veces en un vorágine de medios que reclaman nuestra atención. Un ejemplo de ellos es Netflix, este monstruo del contenido tiene una razón de ser, y es que el no compite por gestionar contenido como piensa mucha gente, si no por captar nuestra atención y captar nuestro tiempo.
Por tanto, hoy en día nos enfrentamos a la máxima, que es, desenmarañarnos de toda la marabunta de información existente para extraer: tan solo la importante, la que vamos a usar, la que nos ayudará a conseguir y alcanzar nuestros objetivos.
Podemos extraer de conclusión que, en un mundo donde la cantidad de información se duplica cada año, esta nos estresa y nos lleva por tanto a la desinformación. Y no digo que esto sea malo, tan solo digo que hoy nuestro mayor capital es la gestión que hagamos de esta información.