José Palma Checa

Secuencia de propósitos

Como secuencia de propósitos, nos referimos al uso de un propósito como paso indispensable para lograr el siguiente propósito, ya que, dentro de la planificación, a la hora de conseguir nuestros propósitos, decíamos que estos deben de encajar, es decir, ser congruentes. Por ello, existe esta secuencia clasificada de tiempos, y es que los objetivos pueden ser: a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo.

Los objetivos pueden ser: a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo.

Estos propósitos, siguen un orden de tiempo ascendente como orden lógico, con la obtención de los propósitos de más corto plazo primero, y terminando, con la obtención de los más a largo plazo finalmente.

Estos tiempos nos ayudan a encajar un propósito dentro de otro, sin que interfieran negativamente.  Y estos son:

  • Objetivos a corto plazo. Son objetivos fáciles de alcanzar, ya que están a nuestro alcance y tenemos la posibilidad de conseguirlos fácilmente.
  • Objetivos a medio plazo. Estos están a mitad de camino entre el corto y el largo plazo, y los podemos usar como indicadores para saber que vamos por buen camino.
  • Objetivos a largo plazo. Estos son más complicados de alcanzar, a veces los solemos catalogar incluso de imposibles. Para conseguir estos objetivos, no nos basta con definirlos, se necesita espíritu de sacrificio, esfuerzo y lucha para lograrlos.

Todos los propósitos deben de estar sistematizados con el resto de los objetivos, de manera que ninguno genere problemas.

Como era de esperar en cualquier organización, todos los propósitos deben de estar sistematizados con el resto de los objetivos, de manera que ninguno genere problemas. Además, dichos propósitos deben de ser compatibles con los propósitos de los otros miembros de la organización, es decir, dentro de una organización los propósitos personales deben de ser acordes con los objetivos globales de la organización, en caso contrario, existirá una falla que tarde o temprano saldrá a flote.

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