Un hombre exitoso es el que es capaz de construir algo con los ladrillos que otros le han tirado.
David Brinkley
La definición de éxito como concepto, puede ser subjetiva, y cada cual tiene la suya. Según las definiciones de la RAE, el éxito se refiere al «resultado feliz de un negocio, actuación, etc.» o la «buena aceptación que tiene alguien o algo».
He de decir que, para mí, estas definiciones son muy básicas, ya que no encajan todas las acepciones del éxito, tan solo muestran el éxito material, no el mental ni el espiritual. Pero si queremos alcanzar este éxito material —algo que considero importante para poder gozar de una buena calidad de vida, en equilibrio con el éxito mental y espiritual—, existen de dos maneras de alcanzarlo, y estas son:
- Subirse a hombros de gigantes e imitar a los mejores en sus profesiones y dedicaciones.
- Inmersión en la disciplina en la cual se quiere ser exitoso.
Si queremos ser exitosos en algo en la vida, tenemos que subirnos a hombros de gigantes, a la vez que, debemos de zambullirnos en la disciplina en la que queramos destacar.


Y es que, las personas exitosas suelen tener unos puntos en común, estos son:
· Establecen metas y objetivos.
· Le Ponen pasión a la vida.
· No viven en modo borrador.
· Queman sus barcos.
· Aceptan el mundo tal y como es.
· Trabajan en su autoconocimiento.
Este es, el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es decir, nuestra capacidad de introspección; la cual nos hace darnos cuenta de nosotros mismos como entes separados del resto de personas y nos ayuda a distinguir las cosas que nos suceden, de las que le suceden al resto de personas, haciéndonos que vivamos la vida en primera persona. Este conocimiento es esencial, por ejemplo, cuando los niños empiezan a darse cuenta de quienes son.