Villalfredo Pareto advirtió que el 80% de los resultados son creados por el 20% de las acciones. Este hombre aplicó el empirismo a los actos sencillos de la vida cotidiana y se dio cuenta, por ejemplo, que el 80% de las tierras de Italia, eran controlados por el 20% de la población, y el restante 80% de la población, controlaba el otro 20%. Además, se dio cuenta que este principio, también se podía aplicar a la política, o a otros ámbitos de la vida en sociedad.
Posteriormente, Joseph Juran se dio cuenta de que, incluso está ley se podía aplicar en la naturaleza y fue más lejos cuando instauró este principio en la calidad en las organizaciones.
Este principio, siempre presente se puede aplicar a las distintas facetas del ser humano. Por tanto, si lo aplicamos al éxito, según la ley de Pareto este se basaría en un 20% de técnica y un 80% de psicología.
Según la ley de Pareto el éxito se basaría en un 20% de técnica y un 80% de psicología.
Si esto es así, debemos de tener muy en cuenta cuáles son nuestros pensamientos recurrentes durante el día y cuáles son los pensamientos que tenemos respecto a un reto a afrontar.
Debemos de prepararnos y preparar a las personas de nuestro entorno para generar una mentalidad ganadora y estimular esta, para generar resultados exitosos en cualquier reto que afrontemos. A su vez, debemos estar presentes los momentos en los cuales las personas que queremos tienen que hacer frente a decisiones y retos difíciles.
Debemos de prepararnos y preparar a las personas de nuestro entorno para generar una mentalidad ganadora.
Y es que, debemos de ser conscientes en todo momento, de que, el éxito a la hora de conseguir algo está determinado en su gran mayoría por la manera mediante la cual se piense el problema, viéndolo más como un reto, que como un problema por afrontar.
El éxito a la hora de conseguir algo está determinado en su gran mayoría por la manera mediante la cual se piense el problema.
La base para el éxito es simple, y esta es trabajar nuestra psicología.
Por tanto, podemos decir que la base para el éxito es simple, y esta es trabajar nuestra psicología. Ya que, lo que pensamos y la manera en cómo enfocamos los problemas nos puede hacer triunfar en todo lo que nos propongamos o caer y sucumbir frente a las adversidades —culpando al resto del mundo de no ser los suficientemente buenos—.