Estados emocionales o de ánimo
Podemos decir que existen fuerzas invisibles que nos motivan, es decir, el ser humano está dominado por dos factores o fuerzas invisibles que lo dominan:
- Su estado emocional o de ánimo. Corto plazo
- Su modelo del mundo. Largo plazo.
Los estados emocionales, sirven para controlar la energía interna de las personas. Según Robert E. Thayer —profesor de psicología en la Universidad de Cal State en Long Beach— el estado de ánimo «es un sentimiento que persiste en el tiempo».
Thayer nos habla, de que los estados de ánimo surgen de la energía y la tensión y nos explica que estos se dividen en cuatro estados básicos, que son:
- Calma-energía.
- Calma-cansancio.
- Tensión-energía.
- Tensión-cansancio.
Podemos agrupar estos estados emocionales en dos grupos principales: energía y cansancio o calma y tensión. A continuación, para explicarlos bien, nos vamos a enfocar en el último grupo —calma y tensión— y los agruparemos según este enfoque.
Empecemos primeramente por los estados de calma:
- Calma-energía. Este estado suele presentarse por la mañana, cuando la persona se encuentra bien y alegre. Es el mejor estado para trabajar o estudiar, ya que la persona tiene bastante energía, pero a la vez su nivel de tensión en baja.
- Calma-cansancio. Este estado suele sucederse durante los momentos, en los cuales, nos encontramos tranquilos. El momento más propicio suele ser antes de acostarnos, pero también puede ser practicando un hobby, viendo la televisión o cuando meditamos. Este estado de ánimo suele causar sensaciones de cansancio y adormecimiento agradable.
En ambos estados de calma la persona suele sentir sensaciones positivas, y suele darse generalmente cuando la persona tiene control emocional sobre su vida.
La tensión, en cambio, es un estado emocional en el cual nuestro cuerpo está constantemente alerta. Por tanto, este estado emocional no es bueno mantenerlo en el tiempo.
A continuación pasamos a hablar de los estados de tensión:
- Tensión-energía. Es la sensación que experimentamos cuando tenemos que cumplir con algo en un tiempo límite, es decir, cuando nos sentimos estresados y sentimos sensación de urgencia, este estado era típico cuando vivíamos en la sabana y necesitábamos protegernos de animales más grandes que nosotros, pero hoy en día, es innecesario vivir con esta sensación. Podemos vivir con un estrés bueno —eustrés—, ya que este no es una carga, sino un reto, pero no al contrario, ya que con el estrés malo —distrés— la frecuencia cardiaca se eleva, ya que el cuerpo genera adrenalina, lo que ocasiona que tengamos altos niveles de energía y de tensión.
- Tensión-cansancio. Este estado, que tampoco es sano suele aparecer por las tardes, sobre todo después de un día de trabajo, en el cual: nos hemos desgastado emocionalmente, existen pensamientos negativos y a su vez cansancio físico. Pero, sin embargo, no conseguimos desconectar y nuestra mente sigue en marcha funcionando, con lo cual, nos puede aparecer ansiedad nerviosa.
La gestión estos estados emocionales es esencial para poder desarrollarnos como personas, pero más aún para saber cómo comportarnos de la manera correcta, en el lugar correcto. Y es que, el ser humano es un animal social, por ello debe desarrollar sus habilidades sociales y la mejor manera para desarrollarlas es saber gestionar sus emociones de la manera adecuada, para así: ser un buen amigo, un buen familiar, una buena pareja, y en definitiva una buena persona.
Con lo cual, debemos de establecer rutinas que nos alejen de los estados de tensión, tales como:
- Realizar actividades físicas a lo largo del día que nos ayuden a gastar la energía acumulada.
- Saber relajarnos, mediante actividades como el yoga o la meditación.
- Aprender a vivir en modo felicidad, y evitar pensar en la vida como una competición o una carrera de fondo. Debemos de disfrutar.
- Mediante un descanso en el sueño que nos ayude a regenerar todos los componentes de nuestro cuerpo.