La OMS considera a la actividad física como:
«cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía».
Además, según esta institución el deporte es una modalidad de actividad física, la cual se desarrolla de manera repetitiva a lo largo de un tiempo, además de estar estructurada y de ser planificada, con un objetivo claro, el mantenimiento de la forma física.
Por tanto, no debemos de confundir practicar deporte con llevar a cabo actividades físicas, ya que, realizar estas actividades es mucho menos agotador que practicar deporte. Para tener una buena salud, por tanto, es imprescindible llevar hábitos que impliquen mover el cuerpo. Estos hábitos son los que realizamos cuando jugamos, por ejemplo: con amigos, hijos, con mascotas; en nuestro momentos de ocio —cuando por ejemplo salimos a pasear o realizando otras actividades recreativas—.
Y no son solo las actividades físicas mencionadas las que debemos realizar, también debemos de: evitar coger ascensores y por ende; utilizar maneras de transporte que impliquen mover nuestro cuerpo; así como realizar tareas domésticas, ya sea limpiar, preparar la comida, salir a hacer la compra —en vez de pedir comida a domicilio cada día—.
Además la OMS explica que, la inactividad física es el cuarto factor de riesgo con relación a la mortalidad mundial, es decir: un 6 % de las muertes en todo el mundo son motivadas por la falta de ejercicio.
Por tanto, no debemos de tomarnos a broma el hecho de no hacer ejercicio, ya que, nos explica este artículo que la inactividad física ocasiona enfermedades, puesto que, el hecho de no realizar actividades físicas es: «la causa principal de aproximadamente un 21%— 25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica»[1], entendiendo esta última enfermedad como un aporte deficiente de sangre y oxígeno al corazón.
[1] (Organización mundial de la salud, 2019)